¿Mi pasta de dientes puede contener ingredientes tóxicos?

18.02.2021

Entre los ingredientes de muchas pastas de dientes convencionales podemos encontrar sustancias químicas demasiado abrasivas, alérgenos, espesantes no recomendados, que pueden resultar perjudiciales para nuestra salud dental, y luego para nuestra salud de una manera general.

Pero ¿cómo es que esta permitido por la regulación? Simplemente porque en pequeñas cantidades puede que no sean nocivos, y la pasta de dientes, no esta pensada para ser ingerida, pero al estar en contacto con la boca, muchos de estos ingredientes terminan dentro de nuestro cuerpo.

Foto de George Becker (via @pexels)
Foto de George Becker (via @pexels)


Aquí un ejemplo de como puede estar permitido un elemento tóxico en nuestra higiene dental:

La concentración de triclosán máxima permitida por la Unión Europea es del 0,3% para la pasta de dientes. Pero esta sustancia química se acumula el cepillo de dientes hasta superar los niveles recomendados. Así lo alerta un estudio elaborado por químicos ambientales de la Universidad de Massachussets Amherst, y publicado en Environmental Science & Technology en octubre: la acumulación de triclosán en las cerdas cepillos de dientes puede llegar a multiplicar por 7 y hasta por 12,5 veces la dosis habitual a la que nos exponemos con el uso diario de un dentífrico con este ingrediente.

Aquí tienes algunos de los ingredientes que puede contener tu pasta de dientes:

  • Triclosán: agente antibacteriano que actúa como un disruptor endocrino (afecta al normal funcionamiento de las tiroides) y es muy contaminante. Afecta muchísimos a los seres y microorganismo marinos.
  • Fluoruro o flúor: En pequeñas cantidades fortalece el esmalte y previene las caries. Pero la ingestión prolongada de grandes cantidades puede provocar fluorosis de esmalte, es decir, depósitos de flúor que se reconocen por tener una apariencia blanquecina. Recomendamos siempre que consultes con su dentista de confianza para saber si en tu caso recomienda dentífrico con o sin flúor.
  • Parabenos: son los conservantes que impiden el crecimiento de bacterias, y sus efectos se localizan en el el sistema endocrino. Imitan el estrógeno natural del cuerpo produciendo un funcionamiento hormonal anormal, algo que según algunos estudios aumenta el riesgo de cáncer de mama. Los parabenos han sido encontrados en la leche materna, la sangre y los tejidos del cuerpo, y pueden entrar en un feto en desarrollo. Los más comunes son: metylparaben, butylparaben, bebzylparaben, ethylparaben, propylparaben, isopropylparaben, y cualquier otro que acabe en -paraben.
  • Colorantes sintéticos: los más comunes son los azules, verdes y amarillos, y se relacionan con la mutación celular y el crecimiento tumoral. Los identificarás porque empiezan por CI le siguen distintos números. Los más habituales son: CI42090, CI77019, CI77891.
  • Sorbitol: un edulcorante químico que no se absorbe adecuadamente en el intestino. Cuando se toma en grandes cantidades puede causar hinchazón, gases, cólicos y diarrea. En los alimentos se encuentra bajo el nombre de E420.
  • Laurilsulfato sódico (SLS): se utiliza como un agente espumante y de limpieza y puede ser extremadamente irritante con la exposición prolongada. Puede irritar y sensibilizar piel y mucosas, y deben evitarlo por completo las que ya lo estén. Suele encontrarse bajo el nombre sodium lauryl sulfate.
  • Y muchos otros como siliconas (PEG) o aromas artificiales tan mal tolerados por algunas personas.

Te invitamos a leer la etiqueta de todo lo que consumas y a cuestionarte si hay mejores opciones para ti y para el planeta.