¿La mascarilla puede afectar la salud bucodental?
No te haremos leer hasta el final
para darte la respuesta: no hay evidencia científica de que la mascarilla pueda
afectar directamente a la salud de tu boca. El simple hecho de llevar la boca
tapada no provoca ninguna patología específica, siempre y cuando se tenga una
higiene bucal adecuada.
La mascarilla, aparte de ser obligatoria e indispensable, ya forma parte de
nuestra rutina. Sin embargo, al no quedar los dientes a la vista, muchas
personas están descuidando su higiene dental. A esto se suman los meses que
estuvimos sin ir al dentista por el confinamiento y el estrés que causa
esta nueva situación, que afecta directamente a las defensas de nuestro cuerpo
e influye directamente, también, en nuestra boca.
¿Mal aliento en la mascarilla?
Muchas bacterias y microorganismos viven en nuestras bocas, y algunas de ellas se activan en ausencia de oxígeno (anaerobias).
Cuando llevamos puesta la mascarilla por un periodo prolongado, abrimos menos la boca y hablamos menos, lo que provoca que queden restos de saliva y acabemos bebiendo menos agua.
Los efectos del uso de mascarilla son similares a los que aparecen durante las horas de descanso nocturno, con implicaciones parecidas para nuestra cavidad oral: la falta de aire y la sequedad son los principales problemas derivados de ambas situaciones. Igualmente, es importante tener en cuenta que quizás ya se tuviera el mal aliento de antes, y sencillamente al llevar la boca y la nariz cubiertas somos más conscientes del olor del aire que exhalamos.
No debemos olvidar que en la mascarilla se acumula el sudor, la humedad de la respiración y proliferan gérmenes que pueden provocar mal olor, lo que se puede confundir con mal aliento.
Higiene aún más cuidadosa en tiempos de COVID
La mucosa oral es una de las vías de entrada del COVID a nuestro cuerpo. Por lo tanto, una buena higiene es más importante que nunca. Aquí os dejamos las recomendaciones más importantes:
1. Lavarse las manos antes y después de cepillarse los dientes.
2. Cepillarse los dientes 3 veces al día y usar el hilo dental por lo menos 1 vez al día.
2. Cambiar el cepillo dental con más asiduidad, ya que puede ser un foco de bacterias y otros agentes patógenos. Cámbialo cada tres meses o antes si está desgastado o si has padecido de alguna enfermedad respiratoria.
3. Separar los cepillos dentales de los miembros de la casa.
4. No dejar el cepillo cerca del inodoro y cerrar la tapa del inodoro antes de la descarga de la cisterna.
5. Beber agua (aproximadamente 2 litros al día).
6. Evitar el consumo de alcohol, tabaco, café y azúcar.
7. Desinfectar o lavar la mascarilla según las indicaciones del fabricante.
8. Limpiar el baño regularmente.
Acude a tu dentista de confianza para consultar cualquier duda o problema y para las revisiones odontológicas para mantener la salud oral. En este documento del COEM (Organización Colegial de Dentistas) puedes ver todas las nuevas medidas de seguridad de las clínicas y consultas dentales.